¿Qué es la estrategia de mantenimiento?

Una estrategia de mantenimiento es un enfoque sistemático para garantizar la fiabilidad y el rendimiento óptimo de los equipos en un entorno industrial. Implica inspecciones periódicas, supervisión y medidas proactivas para minimizar el tiempo de inactividad de los equipos y prolongar su vida útil. Las estrategias de mantenimiento más comunes incluyen el mantenimiento reactivo, preventivo, predictivo y centrado en la fiabilidad. La aplicación de una estrategia de mantenimiento eficaz puede reducir los costes operativos, aumentar la seguridad y mejorar la productividad general de una organización.

Una estrategia de mantenimiento integral es un marco proactivo de toma de decisiones para gestionar y optimizar la salud y el rendimiento de los activos. En la última década, la tecnología del Internet Industrial de las Cosas (IIoT) ha transformado los principios de mantenimiento, permitiendo a las organizaciones instalar dispositivos inteligentes que supervisan la planta de fabricación. La siguiente entrada del blog comparte las cuatro principales estrategias de mantenimiento en uso hoy en día, junto con sus ventajas y desventajas.

Cuatro estrategias comunes de mantenimiento

1. Mantenimiento reactivo (MR)

El mantenimiento reactivo, a veces denominado "run-to-failure", consiste en enviar a un equipo a reparar los activos sólo después de que fallen. Cuando la producción se detiene, el supervisor de la planta utilizará los recursos disponibles para coordinar una orden de trabajo. Una estrategia de mantenimiento reactivo puede utilizarse como un enfoque de reducción de costes, ya que otros métodos de mantenimiento pueden parecer caros o fuera del alcance de las operaciones con problemas de liquidez.

Sin embargo, el mantenimiento reactivo no es una solución práctica a largo plazo para los activos reparables. Si se produce un fallo crítico, puede causar retrasos innecesarios en la producción que pueden costar más en tiempo de producción perdido de lo que habría costado aplicar una estrategia de mantenimiento más proactiva en primer lugar.

A pesar de sus deficiencias, se justifica una estrategia de mantenimiento reactivo para sustituir los elementos irreparables que debería emplearse en los equipos no esenciales o de bajo coste.

2. Mantenimiento preventivo (PM)

El mantenimiento preventivo es una estrategia de mantenimiento rentable destinada a reducir el tiempo de inactividad y prolongar la vida útil de toda la maquinaria. Al igual que el servicio anual o basado en el kilometraje en los vehículos de consumo, el mantenimiento preventivo suele basarse en el tiempo o el uso, siguiendo el programa recomendado por el fabricante del equipo y revisando las máquinas durante las visitas de mantenimiento planificadas.

Aunque este enfoque, de eficacia probada, tiene sus limitaciones. Por ejemplo, con el mantenimiento preventivo, las piezas pueden ser sustituidas innecesariamente cuando todavía están en buen estado. Por el contrario, pueden surgir problemas entre las visitas de mantenimiento planificadas que podrían dar lugar a costosos tiempos de inactividad no planificados.

Para muchas organizaciones, el MP es ideal para preservar los activos de prioridad baja o media que son más caros de reparar.

3. Mantenimiento Predictivo (PdM)

El mantenimiento predictivo, o PdM, está diseñado para predecir las tendencias de los fallos a través de monitoreo de condición y algoritmos de aprendizaje automático que utilizan un modelo para ajustar la asignación de recursos físicos.

Además, la PdM permite a los equipos identificar los problemas de mantenimiento en tiempo real, en lugar de esperar a una visita de mantenimiento programada o a un fallo inesperado de la máquina. La tecnología de monitorización del estado alertará instantáneamente al personal de los posibles problemas para que puedan solucionarse antes de que se agraven.

Con una estrategia de mantenimiento predic tivo, las organizaciones pueden reducir significativamente el tiempo de inactividad no planificado, optimizar sus programas de mantenimiento y resolver los pequeños problemas antes de que se agraven, ahorrando costes significativos a lo largo del tiempo. Aunque el mantenimiento predictivo requiere una inversión en tecnología, el retorno de la inversión (ROI) de esta estrategia se obtiene rápidamente.

El PdM industrial puede utilizarse para todos los equipos o reservarse para sus activos más críticos. Respaldada por la información de los sensores, esta estrategia de ahorro de costes elimina las conjeturas inherentes a las estrategias de mantenimiento reactivo y preventivo.

4. Mantenimiento centrado en la fiabilidad (RCM)

El mantenimiento centrado en la fiabilidad, o RC M (Reliability-Centered Maintenance ), responde a los fallos no lineales proporcionando análisis de todos los modos de fallo potenciales y elaborando un plan personalizado para abordar la estabilidad de cada pieza. El objetivo del RCM es que los equipos estén disponibles en todo momento, independientemente de su grado de criticidad.

Este marco es bastante elaborado, por lo que muchas organizaciones descubren que necesitan trabajar con un socio de confianza para integrar el RCM en toda su red de activos. De lo contrario, la empresa podría acabar con demasiados planes y sin saber cómo ejecutarlos con éxito.

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Implementación de monitoreo de condición en su estrategia de mantenimiento

Un elemento clave de las estrategias de mantenimiento proactivo es el uso de la tecnología, que permite a los equipos de mantenimiento planificar el mantenimiento en función de los datos de la propia máquina. monitoreo de condición que permite a los equipos de mantenimiento planificar el mantenimiento en función de los datos de la propia máquina. monitoreo de condición capta los indicadores de salud de una máquina supervisando en tiempo real los cambios de vibración, temperatura, acústica y potencia.

Estas métricas, que son indicadores tempranos del desgaste de los activos, pueden compararse con la línea de base de la máquina. Si alguna de estas condiciones supera los umbrales de funcionamiento normal, se envían inmediatamente al personal de mantenimiento para que aborde los problemas con prontitud antes de que provoquen un fallo.

Elegir una estrategia de mantenimiento

A la hora de elegir una estrategia de mantenimiento, es importante conocer su presupuesto, sus objetivos y su tolerancia al riesgo. Desarrollar una estrategia de mantenimiento sólida requiere sopesar los beneficios y los costes que aporta. La gestión del mantenimiento consiste en hacer frente a los fallos de los activos utilizando los mejores conocimientos sobre la criticidad para lograr finalmente el resultado deseado.

Tenga en cuenta que, aunque una estrategia de mantenimiento proactivo puede costar más en términos de inversión inicial, se amortizará fácilmente la primera vez que se evite un tiempo de inactividad imprevisto.