A medida que las empresas empiezan a aprovechar la Internet de las cosas (IoT) y los sistemas de software como servicio (SaaS), como el software de gestión de mantenimiento computarizado (CMMS), hay una mayor oportunidad de tomar el control de las operaciones, la calidad y la seguridad. Esto es crítico para los procesadores químicos, ya que un desafío común en la industria es convertir los datos en información y conocimientos útiles para el personal de la planta. De hecho, la capacidad de conectar los activos y alimentar la información en un sistema central da a los procesadores químicos el poder de convertir los datos en poderosas percepciones y tomar automáticamente medidas correctivas, preventivas o predictivas.