El mantenimiento de las instalaciones se simplifica utilizando una GMAO. El mantenimiento preventivo puede impulsar la productividad, aumentar el tiempo de actividad y reducir los costes generales. Pero la mayoría de los programas de mantenimiento preventivo no funcionan con la máxima eficacia. La optimización del mantenimiento preventivo, también conocida como optimización PM, puede ayudar a revisar una estrategia de mantenimiento para que los equipos se centren siempre en lo que más importa.

La optimización del mantenimiento preventivo es una herramienta valiosa para cualquier organización, pero es especialmente útil para las plantas que se enfrentan a limitaciones presupuestarias y de experiencia. Si se hace bien, la optimización del mantenimiento preventivo ayuda a aprovechar siempre al máximo los recursos.

Siga leyendo para aprender sobre la optimización del mantenimiento preventivo y su relación con otras estrategias de mejora continua, como el Índice de Clasificación de Gastos de Mantenimiento (RIME) y el análisis de modos de fallo y efectos (FMEA). Además, aprenda cómo eMaint puede ayudarle con la optimización del mantenimiento preventivo.

¿Qué es la optimización PM?

La optimización del PM es un proceso paso a paso que evalúa sus tareas de mantenimiento preventivo. Al final del proceso de optimización, sabrá qué tareas añaden valor y cuáles solo consumen recursos.

La optimización del mantenimiento preventivo se basa en datos históricos, modos de fallo y análisis de criticidad de los activos para evaluar cada tarea de mantenimiento. El objetivo es eliminar las tareas innecesarias y aumentar la eficacia en todas las operaciones.

La mayoría de las organizaciones gastan tiempo y dinero en tareas de mantenimiento preventivo que no son realmente necesarias. Los equipos tienden a programar tareas recurrentes y luego se ciñen a un programa basado en el tiempo, sin reexaminar si esas tareas son realmente necesarias.

Lo ideal sería que sus equipos centraran sus recursos en las tareas que mantienen en funcionamiento sus activos más importantes. No quiere que se atasquen en tareas que consumen mucho tiempo y no añaden valor. La optimización del mantenimiento preventivo ayuda a sus equipos a hacer el mejor uso posible de su tiempo.

¿Cómo funciona la optimización PM?

La optimización del mantenimiento preventivo se basa en el análisis modal de fallos y efectos (AMFE ) para analizar si el programa de mantenimiento cumple sus objetivos.

El AMFE determina todos los modos de fallo potenciales en su empresa, es decir, todas las formas posibles en que pueden fallar sus activos. A continuación, el AMFE estudia el impacto de cada modo de fallo, analizando cómo afectaría cada fallo a su productividad y seguridad generales.

La optimización del mantenimiento preventivo utiliza el AMFE como guía para evaluar sus tareas de mantenimiento preventivo. El proceso de optimización examina cada tarea de mantenimiento preventivo, una por una, y se pregunta:

  • ¿Esta tarea elimina un posible modo de fallo?
  • Si es así, ¿merece la pena eliminar ese modo de fallo?
  • ¿Compensa el coste del mantenimiento preventivo con el valor de evitar este fallo concreto?

La relación entre RIME, FMEA, FMECA y la optimización de PM

RIME, FMEA, FMECA y la optimización del mantenimiento preventivo se complementan de forma natural. Juntos, constituyen un enfoque altamente estructurado y eficaz del gasto en mantenimiento.

El RIME(índice de clasificación de gastos de mantenimiento) es el primer paso de este proceso. El RIME crea una escala para determinar qué activos son los más cruciales para su funcionamiento y evaluar qué tareas de mantenimiento son las más importantes para que su planta siga funcionando. RIME le mostrará cuáles de sus activos son realmente críticos. En una operación típica, los activos críticos representan alrededor del 20% del equipo total.

El FMEA (análisis modal de fallos y efectos) le permite identificar todos los modos de fallo potenciales de esos activos críticos.

El FMECA (análisis de modos de fallo, efectos y criticidad) estudia las consecuencias y costes de cada fallo potencial y determina exactamente qué modos de fallo suponen el mayor riesgo para su funcionamiento.

Por último, la optimización del mantenimiento preventivo utiliza los resultados del AMFE y del AMECF para crear el programa de mantenimiento más eficaz posible. La optimización del mantenimiento preventivo elimina actividades de mantenimiento innecesarias, reduce la frecuencia de otras tareas y le ayuda a encontrar formas más eficaces de realizar los trabajos de mantenimiento.

Optimización PM y mantenimiento predictivo

La optimización del mantenimiento preventivo suele referirse a la optimización de su estrategia de mantenimiento preventivo. Pero el planteamiento funciona igual de bien con un enfoque de mantenimiento predictivo.

Las herramientas de optimización del mantenimiento preventivo también pueden mostrarle dónde son más eficaces sus estrategias de mantenimiento predictivo y dónde no son tan útiles. Si utiliza sensores inalámbricos para controlar los niveles de vibración, la optimización del mantenimiento preventivo puede indicarle dónde colocar esos sensores.

Del mismo modo, si sus sensores detectan un nuevo problema, las herramientas de optimización del mantenimiento pueden ayudarle a decidir cuándo abordar ese problema. Es una forma estupenda de asegurarse de que obtiene el máximo valor posible de sus recursos de mantenimiento.

Utilización de eMaint para la optimización del PM

La optimización del mantenimiento preventivo se basa en datos históricos para evaluar el impacto de las tareas de mantenimiento preventivo. Al tratarse de un enfoque basado en datos, funciona mejor cuando se combina con la GMAO eMaint.

Las funciones de búsqueda e informes de eMaint facilitan la medición del éxito de las diferentes tareas de mantenimiento preventivo. eMaint almacena los programas de mantenimiento, las órdenes de trabajo y los datos de averías, para que pueda cotejar sus datos y ver el resultado de cada una de las diferentes tareas de mantenimiento.

¿Cuál es el resultado? Queda claro qué tareas son útiles para sus operaciones y cuáles deben desaparecer. En poco tiempo, sus equipos estarán libres para centrarse en las tareas que realmente importan, de modo que su organización pueda experimentar una mayor productividad y menos tiempo de inactividad, todo ello a un coste menor.