El software de mantenimiento preventivo agiliza el proceso de planificación para aprovechar al máximo cada recurso.

¿Qué es el mantenimiento reactivo? 

El mantenimiento reactivo, también conocido como mantenimiento de averías, consiste en reparar o sustituir equipos y sistemas sólo después de que fallen o funcionen mal. Este tipo de mantenimiento es intrínsecamente no planificado y aborda los problemas en el momento en que se producen, centrándose en restablecer la funcionalidad lo antes posible. 

En muchos casos, el mantenimiento reactivo es la estrategia por defecto para sistemas no críticos en los que el coste y el impacto del tiempo de inactividad son mínimos. Sin embargo, confiar únicamente en el mantenimiento reactivo puede provocar importantes interrupciones operativas y mayores costes a largo plazo para los activos críticos. 

Entre las características clave del mantenimiento reactivo se incluyen: 

  • Respuesta inmediata: Las reparaciones se realizan en cuanto se detecta un fallo, con el objetivo de restablecer el funcionamiento rápidamente.
  • No planificadas: Las actividades de mantenimiento no están programadas de antemano, sino que se producen en respuesta a problemas inesperados.
  • Recursos intensivos: Requiere una rápida movilización de recursos, incluidos personal, herramientas y piezas de repuesto, lo que a menudo conlleva un aumento de los costes.

El mantenimiento reactivo es un componente necesario de cualquier estrategia de mantenimiento, sobre todo para hacer frente a problemas imprevistos. Sin embargo, equilibrar el mantenimiento reactivo con enfoques proactivos puede ayudar a optimizar la gestión global de los activos. 

 

Ventajas y desventajas del mantenimiento reactivo

El mantenimiento reactivo ofrece varias ventajas, pero también presenta notables desventajas. Comprenderlas puede ayudar a las organizaciones a determinar cuándo y cómo incorporar el mantenimiento reactivo a su estrategia global. 

Ventajas 

  • Menores costes iniciales: El mantenimiento reactivo no requiere los costes iniciales asociados a los programas de mantenimiento preventivo, como inspecciones periódicas y revisiones planificadas.
  • Aplicación sencilla: Como el mantenimiento se realiza sólo cuando es necesario, no hay necesidad de una programación compleja ni de una planificación detallada.
  • Eficaz para activos no críticos: Para los equipos que no son críticos para las operaciones, el mantenimiento reactivo puede ser un enfoque rentable, especialmente cuando los fallos tienen un impacto mínimo en la producción.

Desventajas 

  • Mayores costes a largo plazo: Los fallos inesperados pueden dar lugar a costosas reparaciones de emergencia y horas extra de trabajo, especialmente en el caso de activos críticos.
  • Mayor tiempo de inactividad: Confiar en el mantenimiento reactivo puede provocar tiempos de inactividad de la máquina más prolongados, lo que interrumpe las operaciones y reduce la productividad.
  • Riesgos para la seguridad: Los fallos repentinos de los equipos pueden suponer un riesgo para la seguridad del personal y provocar posibles lesiones y accidentes.
  • Sobrecarga de recursos: La respuesta inmediata a los fallos suele requerir una rápida asignación de recursos, lo que puede sobrecargar a los equipos de mantenimiento e interrumpir las actividades planificadas.
  • Imprevisibilidad: La naturaleza no planificada del mantenimiento reactivo dificulta la predicción y la gestión eficaz de las cargas de trabajo y los presupuestos de mantenimiento.

Sopesando estas ventajas y desventajas, las organizaciones pueden tomar decisiones informadas sobre el papel del mantenimiento reactivo en su estrategia global de mantenimiento. 

 

Tipos de mantenimiento reactivo y ejemplos de aplicación

El mantenimiento reactivo engloba varios subtipos de estrategias de mantenimiento. Todos estos enfoques se aplican para corregir un problema ya existente, pero presentan sutiles diferencias:

Mantenimiento correctivo

  • Definición: Reparaciones o sustituciones realizadas después de identificar un fallo. A veces se utiliza indistintamente con mantenimiento reactivo.
  • Ejemplo: Arreglar una tubería con fugas tras detectar una rotura.

Mantenimiento de emergencia

  • Definición: Reparaciones urgentes necesarias para solucionar fallos críticos que plantean riesgos inmediatos para la seguridad o las operaciones.
  • Ejemplo: Reparación de una válvula de seguridad averiada en una caldera de alta presión.

Mantenimiento diferido

  • Definición: Mantenimiento identificado pero pospuesto a un momento posterior debido a limitaciones de recursos o baja prioridad.
  • Ejemplo: Retrasar la sustitución de una cinta transportadora desgastada hasta la próxima parada prevista.

El mantenimiento reactivo puede aplicarse a diversos sectores y tipos de equipos. Estos son algunos ejemplos comunes de mantenimiento reactivo en distintos sectores: 

  • Fabricación: Reparación de una máquina averiada en una cadena de montaje que detiene la producción.
  • HVAC: Reparación de una unidad de aire acondicionado averiada en un edificio de oficinas durante una ola de calor.
  • Electricidad: Sustitución de un fusible fundido o reparación de un disyuntor disparado para restablecer el suministro eléctrico.
  • Automoción: Hacer frente a una avería repentina de un camión de reparto tras un accidente para garantizar la puntualidad de las entregas.
  • Tecnología de la información: Sustitución del disco duro de un servidor averiado para restablecer el acceso a los datos y la funcionalidad de la red.

Estos ejemplos y tipos ilustran las diversas aplicaciones del mantenimiento reactivo, destacando su papel a la hora de abordar problemas inesperados y garantizar la continuidad operativa. 

 

Reactivo o proactivo: cómo planificar su estrategia 

Elegir entre estrategias de mantenimiento reactivas y proactivas depende de varios factores, como la criticidad de los activos, las prioridades operativas y las limitaciones presupuestarias. A continuación le explicamos cómo planificar su estrategia de mantenimiento: 

1. Evaluar la criticidad de los activos 

  • Activos críticos: Para los equipos que son vitales para las operaciones, un enfoque de mantenimiento proactivo (por ejemplo, mantenimiento preventivo o predictivo) es una mejor estrategia para minimizar el tiempo de inactividad y garantizar la fiabilidad.
  • Activos no críticos: El mantenimiento reactivo puede ser más rentable para los activos no críticos con un impacto mínimo en las operaciones cuando se producen fallos.

2. Analizar los datos de fallos 

  • Datos históricos: Revise los registros históricos de mantenimiento para identificar patrones y frecuencias de fallos de los equipos. Esto le ayudará a determinar el enfoque de mantenimiento más eficaz. Si una máquina falla con poca frecuencia y no es crítica para la producción, el mantenimiento reactivo será una mejor estrategia que el mantenimiento proactivo.
  • Modos de fallo: Comprender los modos de fallo habituales y sus consecuencias para priorizar los esfuerzos de mantenimiento en consecuencia.

3. Considere su presupuesto

  • Análisis de costes: Compara los costes del mantenimiento reactivo (por ejemplo, reparaciones de emergencia, tiempo de inactividad) con el mantenimiento proactivo (por ejemplo, inspecciones periódicas, revisiones programadas) para tomar decisiones con conocimiento de causa.
  • Asignación de recursos: Asegurarse de que se dispone de recursos suficientes (personal, herramientas, piezas de repuesto) para apoyar la estrategia de mantenimiento elegida.

4. Aplicar un enfoque equilibrado 

  • Estrategia híbrida: Combinar enfoques de mantenimiento reactivo y proactivo para optimizar la gestión de activos. Por ejemplo, utilice el mantenimiento proactivo para los activos críticos y el reactivo para los menos críticos.
  • Flexibilidad: Mantenga la flexibilidad en su estrategia para adaptarse a las necesidades operativas cambiantes y a las tecnologías emergentes.

5. Priorizar la mejora continua 

  • Cree un circuito de retroalimentación: Supervise y revise continuamente los resultados del mantenimiento, incorporando los comentarios y las lecciones aprendidas para perfeccionar su estrategia.
  • Integrar tecnologías inteligentes: Aproveche las tecnologías avanzadas (por ejemplo, sensores, análisis de datos) para mejorar la planificación y ejecución del mantenimiento.

Planificando y equilibrando cuidadosamente las estrategias de mantenimiento reactivo y proactivo, las organizaciones pueden lograr un rendimiento y una fiabilidad óptimos de los activos. 

Trazar su estrategia de mantenimiento con una GMAO 

Un sistema informatizado de gestión del mantenimiento (G MAO) es una potente herramienta para trazar y gestionar estrategias de mantenimiento tanto reactivas como proactivas. 

Las organizaciones que utilizan un GMAO observan un aumento de la eficiencia, una reducción del tiempo de inactividad de las máquinas y una mejora de los tiempos de respuesta de mantenimiento cuando se producen averías imprevistas. Una GMAO también permite realizar informes y análisis exhaustivos, que proporcionan información valiosa para optimizar las estrategias de mantenimiento y prevenir futuros fallos. 

He aquí cinco funciones de GMAO que pueden mejorar la gestión del mantenimiento: 

  1. Datos de mantenimiento centralizados. Una GMAO centraliza todos los datos relacionados con el mantenimiento, incluidos los informes de averías, las órdenes de trabajo y el historial de los equipos, lo que facilita el seguimiento y la gestión de las actividades de mantenimiento reactivo y proactivo.
  2. Creación y gestión automatizadas de órdenes de trabajo. Una GMAO puede generar automáticamente órdenes de trabajo cuando se detecta un fallo, garantizando una atención rápida a los problemas. El software también puede seguir el progreso de las órdenes de trabajo desde su creación hasta su finalización, proporcionando visibilidad sobre el estado de las tareas de mantenimiento reactivo.
  3. Supervisión y alertas en tiempo real. El software está diseñado para integrarse con sensores y sistemas de supervisión para detectar problemas en los equipos en tiempo real. Cuando se detectan anomalías, el GMAO puede enviar alertas y notificaciones a los equipos de mantenimiento, lo que permite tiempos de respuesta rápidos.
  4. Asignación de recursos. Una GMAO ayuda a asignar el personal y las herramientas adecuadas para las tareas de mantenimiento reactivo, garantizando un uso eficiente de los recursos. También puede hacer un seguimiento de los niveles de inventario de piezas de repuesto y materiales, garantizando la disponibilidad para reparaciones inmediatas.
  5. Acceso móvil. La mayoría de los programas de GMAO ofrecen una aplicación móvil que permite al personal de mantenimiento acceder sobre la marcha a las órdenes de trabajo, la información sobre los equipos y los datos sobre averías, lo que mejora la flexibilidad y la eficiencia.

Al aprovechar una GMAO como eMaint, las organizaciones pueden mejorar sus procesos de mantenimiento reactivo y proactivo, garantizar la rápida resolución de problemas y mantener altos niveles de eficiencia operativa y fiabilidad.

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